Cdiciones presenta
estas líneas que para ti
son pan.
HAI QUE ROELODescarga TEXTO COMPLETO PDF: : https://www.dropbox.com/s/vv57b36ytiokivv/Hai%20que%20roelo.pdf?dl=0
Audio "Ciudad negra", construido en jam session. Músic@s: Raúl Alfaya (guitarra eléctrica), David Lojo (trompeta), improvisación poética: Morc y María Alonso Garrido, percusión: Javi Atlante.
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Prólogo
La galantería está pasada de moda, no como los jazmines en el ojal, que ya no se estilan, sino como tirarse a la criada o crear guarderías en la empresa para los hijos bastardos del dueño con sus empleadas. La galantería, el piropo, los celos, quedan relegados a la intimidad de los seres inseguros. De cara a la galería aquí somos todas personas normales sin hambre de sexo. Hambre de libros.
Índice
Luvas verdadeiras La puerta cerca de la llave No tanta sinceridad Mi jardín Mi prima no se enteraba de nada Toldo a mí El poema como nota de suicidio Queimaches a palabra Demasiadas veces Berso Ahora veo que pudimos haber hecho mucho más Agroecoloxía Babel, la torre Todo el mundo está enganchado De tu amor, incólume mancha, El artista perdido Un corazón de la ría Aquella vida sin ti El ángel exterminador chiscos de sol cómeme la oreja
Qué no, amor espoleta precio a tu cabeza Hace frío hoy Olvidarte también puede ser perfecto. amor agradecido la precisión de una errante á sol e lúa In extremis Hay piernas armadas Yo te protejo, calle, Come chakra uno Un zumo de naranja La inteligencia artificial Jugadores on-line Lo que opina una sola flor Te emocionas, amor, El viento viene La mujer extranjera sin recursos Moza con careta antigás Recuerda a la mujer, nos persiguieron buitres hermosos tu miedo. Cando dixen todo Perderte abruptamente Hablarán mal de nosotros cara a cara Libertad se escribe con x En el guetto a la máquina el globo que explota el espejo Bala perdida. el tacto del mango mi peor día del año credos sofisticados unidades de medida. Ítaca pájaro dentro del local. te escribo, hermano asunto cero a imagen y semejanza tiesto Pareces una niña pequeña Ha muerto un poeta enseñar la dentadura De qué me olvidé Oposición anarcolírica, el tiempo y los plazos sen marca. Gravedad todo me lo das Hermana vaca. Mundo microdosis un solo movimiento delicado parirás el alma ciudad negra cousas extrañas Dr. Repente O derradeiro poema
Vuelvo a
verte en una
ciudad
negra, donde
luchaste
por conocerme
desde los
escaparates,
mirando
hacia afuera
maquillados,
ofreciéndome
todas las
miradas
para que yo
me
reflejase
en ese espejo
caleidoscópico
y me
transformase,
poco a poco,
en una
mujer mas
negra, más
exuberante,
mas
contrastada y
menos
difusa.
Vuelvo a
verme en
una ciudad
negra y la
calle
resbaladiza que se
burla de mi
calzado
pidiéndome
a gritos
un pie
desnudo y mano
que logre
asir la tierra,
esa calle,
amanece
fresca y
pálida y me
lo
promete
todo,
como
siempre, como
en todas
las ciudades,
incluso en
las
transparentes,
en las
que me
vuelven ciega,
esa promesa
tuya
subsiste,
negra
y dulce.
La negra
soy yo,
ofreciendo
poesía,
lujo del
alma,
que tu
miras
prosaica,
ciudad
de mis
ojos, el
poema se
vuelve
raro, como
siempre,
tu luchas
por la
novela de
acción
heroico,
para convertirme
en una
princesa
de diseño
y yo
te ofrezco
comida
y verso y
te acuno
como madre
negra
que ama y
eso no te pone.
mi texto es
de tempo alargado,
intemporal,
sin desenlace,
contemplativo,
te pone nerviosa.
La negra
soy yo
y lo seré
siempre,
más
evidente resulta.
Elegí a tus
calles y
a tu gente,
elegí
tu clima y
tu
distancia.
Me enamoré
socialmente
libre, un
poco a la defensiva,
un poco
impotente para
defender
tantas aspiraciones
loables. Me
quedo en
el intento
y quieres
integrarme
en una
blancura
eficaz.
No vas a
conseguirlo hoy.
Hoy eres negra, como yo.
Hoy te voy a hacer bailar,
rítmicamente, al son de
tu naturaleza de espejo,
que es la mía, mi reflejo,
voy a rendirte, a ti que
luchabas por mí, ciudad negra,
en la gracia del encuentro
casual, de la sorpresa
de ser amigas de toda la vida
sin conocernos de nada.
1.
Luvas
verdadeiras
que
protexan as mans da ferramenta,
das
plagas que nos mesmas
chamábamos
a berros.
Luvas
enteiras,
sen
buracos polos que fuxa
o
noso medo acumulado,
o
sangue liso da xenreira,
a
sucia dor.
Luvas
como fouciños,
que
sexan os nosos dedos sabios
contando
soidades para
converti-las
en magníficas
lembranzas,
e tantas, e tantas…
que
o cero, moneco sen nome,
naceu
para multiplica-las e
repeti-las
como canción de berce.
Luvas
da nosa mesma pel,
co
tacto do noso mesmo amor,
protexéndonos
do que construimos
e
deixando o rostro dactilar
no
que ben feito fora para eles,
os
nenos, luvas de
tenrura
que non rachen,
@s nen@s non a teñen,
a
pel do tempo, eles fan
e
fan coas mans núas,
porque
esquecen e perdoan
e
non as necesitan, as luvas.
2.
A porta preto da chave,
din os sonidos da fechadura,
que aínda flotan no aire.
La
puerta cerca de la llave.
La
puerta, prieta, abraza la cerradura.
La
llave gasta el aire.
Los
sonidos crujientes siguen
en
el viento del ambiente
Si la llave se aleja
la llave se torna tímida
y latente, la canción
se alarga lamentando
y las notas estiran la distancia
y el regreso se vuelve inesperado,
la puerta queda quieta
y plantada, inmóviles sus hojas,
temblando inmóviles
los marcos de ventana
que miran a la nada.
La puertas está cerrada
y los muros se vuelven prisiones
y la cerradura es un ojo
de huracán introduciendo
un silbido de llamada
incontestable.
La
llave cerca de la puerta,
siempre
puesta, siempre colocada
como
adorno y su mantra,
por
fin esclarecido, se convierte
en
el óxido amante, de hierro
contra
hierro, de canción encantada.
En
tu reflejo vi un verso
y
junto a ti lo recito
interminablemente,
sabedora
de
que alejarlo de su puerta
lo
convierte en la llave
que
pesa
y
la puerta
quedará
condenada
y
en el aire la canción
olvidada
y
en los muros
otra
brecha cerrada,
los
muros que siempre
tendremos
que saltar.
A porta preto da chave,
debaixo do felpudo,
prantada nunha maceta,
acougando un incrible
A porta sempre aberta
e as chaves perdidas,
son sonos dun amor
elegante,
de ducias de rosas
que
fuxirán dos ramos para
medrar
o pe da porta,
onde
íante atopar.
E
se ven o cerraxeiro
dille
que somos amantes,
que
hai cousas
que
a ferramenta
non
vai poder arreglar.
Enxeñerías
da alma,
mecanismos
importantes
e
se ven o cerraxeiro,
dille
que somos amantes.
3.
No
tanta sinceridad,
que
se vuelve un poco confuso
el
seguir sobreviviendo,
algo
de aburrimiento, por favor
y
un espacio propio,
protegido,
escrito hasta
las
molduras de
locuras
imprecisas.
4.
Así
es mi jardín,
huecos
luchando,
caminos
huecos,
huecos
para mí
Así
es mi jardín,
herramientas
dulces,
visitantes
nocturnos
y
algo de comer.
Así
es mi jardín,
entero,
en la distancia
lo
sigo recordando.
Así
es mi jardín,
en
equilibrio y en calma,
completamente
inacabado.
5.
El-príncipe-azul
se encontró
con
la-mujer-de-su-vida
en
casa de mi-prima-la-coja.
El
estaba destrozado y desvariando
porque
ella andaba con otro.
Mi
prima no se enteraba
de
nada y apagó el televisor,
desesperada
y absorta en
el
imperativo categórico
y
en el pluscuamperfecto
de
subjuntivo, si yo hubiera
o
hubiese, decía.
Y
aquellas preguntas inevitables
hicieron
avanzar al espíritu
humano,
que desprecia
las
mareas de pastillas
y
se mesa los
cabellos
al galope
pensando
en el logotipo
nutritivo,
que haría de
aquel
rostro de mujer
envejecida
un homenaje
al
viaje y a la pátina del tiempo.
El príncipe azul clamaba,
deshidratado en un papel
de fumar escondido en el bolso
y la mujer de su vida transformaba
su rostro de muñeca de porcelana
en gárgola gótica de piedra tallada,
hierática y distante, a la que
los bárbaros dispararon
con balas perdidas que acertaban,
sin duda, pues era ella
el único objetivo inalcanzable.
Así se puso el sol, trasnochado
e insomne calavera de
diamantes, mientras cantaban
las fuentes y se perdía la mirada.
Así los coleccioné con
mi mano de hierro,
al príncipe de su vida
y a la mujer de azul,
si hubiera o hubiese sabido
esto, no hubiera abierto
la boca, dijo mi prima la coja.
6.
Toldo
a mí, a tus verdades
a
la cara, deslumbrando,
que
me hacen apartar la mirada.
Alegorías
del manto
son
mis palabras, como
pestañeos
infantiles de
prudencia
insuficiente.
Mecanismos
desgraciados
mis
nudillos, intentando
tapar
la luz infinita que
no
admite réplica.
A
la luz que hace medrar
mis
bordes, un corazón
estriado
y antipático,
con
orejas,
pero sordo,
con
cielo
pero
suelo,
contigo, pero sola,
corrigiéndome,
esmerado,
a
base de perseverancia,
como
camina el ganado
bajo
tu vara, a regañadientes,
tan
desnudo, tan al sol.
7.
El
poema como nota
de
suicidio, ¡es tan vicioso!
merecido
descanso.
Eterno,
insondable,
sincero,
húmedo,
sonoro…
el
poema
que
ha perdido la
guerra
es el alma
de
los justos, que no
se
rendirían jamás,
desconcertados.
Ni
pensarlo,
siquiera.
Queimaches
a palabra
co
lume, no recordo,
o
sorriso baleiro de alento,
todo
imaxe, todo luz.
Deixaches
nun anaco
de
auga unha onda
ó
teu nome e o cridan
as
gaivotas e te chaman no vento.
O
teu corpo afogado
non
che fai xustiza,
ao
folgo do teu amar,
á
tua ledicia de costa.
Saúdame
as baleas
e
que che canten elas,
queimáchesme na gorxa,
queimáchesme co mar.
9.
Demasiadas veces
hemos sido
distintos.
Aquí, donde nada se
cae,
donde nada se calla,
a la intemperie del
verso.
Recordarle
a una poeta
que
el amor existe es
regalarle
al mundo una caricia
Nada, pez, surca
las aguas,
no solo sobrevivas intentando
sacar la cabeza a la superficie.
Nada se vacía,
pez.
He vuelto, otra vez, a escribirte,
impasible leo palabras desdecidas
Sobran
maneras de llegar al mismo sitio,
pero son siempre las
mismas distintas formas de verlo.
Una coreografía imbatible,
a lo que llaman naturaleza
humana le nació un
recodo de ternura de un
gesto nervioso.
Ese
sueño tenía que morir,
pero
fuiste tú quien lo mató,
por eso te guardo rencor,
te guardo rencor aún por eso.
10.
Mi
verso es con b
porque
sale de tu boca
y
llega a mis oídos
abiertos,
victorioso
y
obvio como ortografía
lógica
del alma.
Ese
berso me calma
y
tersa mi piel y
la
tuya, que se convierte
en
mármol de estatua,
tan
delicada y fuerte,
carne
de la reverencia
vendida
al peso.
Yo
era, antes de tu
verso,
paso perdido
en
la espesura, ahora
sigo,
bajo el sol
de
tu literatura, mi
paseo
de avistamiento
de
mis propios paisajes.
11.
Ahora veo que pudimos
haber hecho mucho más,
agora que agólpanse as
lembranzas e
teño o xenio
as veces.
A forza queda tendida
das cordas da miña man
de teoría sublime dos
días perfectos que por iso
repítense como a mesma vida.
Temos nos unha
relación epistolar, as poetas,
coa plaga cincenta
ou somos nos a praia
brillante, chea de animais
chegados do alén do mar
as túas costas, fortuna?
Agora vexo, desdebuxado pola
indiferencia da realidade,
que puidemos habelo feito todo,
ti e máis eu.
12.
Un
solo problema solucionado,
pero
completamente, untó
de
coherencia la tostada salvaje
del
desayuno, un solo problema
objetivado
hasta sus confines
abrió
mis ojos hacia el horizonte
y
pude calcular mi posición
exacta.
Una
sola circunstancia desubicada
convierte
en intento a la mano
que
persigue la cola del pez bajo el agua
y
fluye la comida, se moja la
en
más basura acumulada en el mar.
Agroecoloxía.
Me
llaman la problemas fáciles,
la
escurridiza ante la legión de
demonios…
cuando yo soy sus
huestes,
celebrando la llegada
del
arcángel, cuando soy su
mano
derecha, la que olvida objetivos
menores,
cuando soy, siempre a
su
lado, la solución final.
No
por desidia, por desidia, no.
Por
acabar, de una vez por todas,
con
una sola cosa, por terminar,
definitivamente,
un solo dibujo de
la
trama, para descansar y agradecer
al
cielo vasto su majestuosa perspectiva.
Solucionando
un solo problema,
pero
completamente, entendería
el
sentido de la vida. Desayunar,
pero
completamente, amando de
puro
la tostada, escapar, pero
definitivamente,
de las concesiones
que
nos obligan a claudicar, abrumados
por
las condiciones en las que pervive
el
error, tan ricamente. Agroecoloxía.
13.
Solo
un imperio tiene fisuras,
una
piedra, por propia definición
Solo
Babel, la torre,
puede
caernos encima,
donde
la coherencia es hermosura
nuestros
corazones
ruedan
en
sentido de la corriente
y
vuelan silbando
una canción.
Y
no tengamos miedo a lo pequeño,
donde
desaparece la medida
nace
el sueño,
la
voz dormida
despertará
para
derribar
al dueño
y
conquistar
mil
nuevas perspectivas.
14.
Todo
el mundo está enganchado,
pero
yo estoy enganchada a ti, de
una
manera bobalicona y
engendrada.
Todos parecen destruidos,
pero
yo me encuentro reconstruida
y
distante, con un cometido distinto,
totalmente
basado en el instinto.
Ellos
observan sus normas, que
no
me parecen peores, solo que
yo
sé que lo mío es trastorno
y
me autocritico asombrada y
emocionada,
distónica,
en
otra manera
distorsionada,
de
acuerdo con el
momento
presente
y eso que no estás.
15.
De
tu amor, incólume mancha,
amanecen signos que evolucionan
en lluvia,
esa ligera y continua, que
anuncia
la primavera, esa que
hace
parecer seco cualquier suelo bajo
nuestras
sombras encauzadas.
El pensamiento
dispara dardos que
apresan
el aire y dibujan las corrientes
de
tu amor, quedaron en el cielo
tramas
tejidas como un mapa descrito.
Bajo
ese manto trenzado, de paz y
perseverancia,
la vida devuelve lo
que
a la tierra le sobraba y le robaba
su
olor fragante y sus colores de franca
realidad,
mis favoritos.
De
tu amor
se
construyen las bóvedas celestes
y
todos sus mensajes, la piel se
activa,
estimulada ante el horizonte
abierto
y mi alma, en canal,
encuentra
cierto e ignora lo
superfluo
del paisaje,
es tu
amor
de
encaje y sus hilos llueven serenamente
esta
noche y prometen un claro
amanecer
y esa premura que avisa,
con
su frescura de un amor bordado suavemente.
Tu
amor llovió por la noche,
ha
llovido esta noche,
es
la noche
huyendo
de la madrugada, fría y feroz.
Han
confundido mi amor con adoración,
¡o
no sé yo mirar a la tormenta, o no es oración
tu
nombre, o no me trae las lágrimas
por
todo lo que es hermoso y, además,
todas
las lágrimas, en forma de
constante
torrencial, que avergonzaría
con
su fertilidad cualquier intento
fútil
de tristeza!
De
tu amor de
gotera,
de tu amor
de
fondo extraje conclusiones, hay
que
sobrevivir en armonía, porque
tú
me lo pedías, con trucos y ambages,
porque
sabías de mi peregrinaje y mi
osadía,
que me quedase y eras
la
incólume mancha que anuncia
el final
el final
del
viaje.
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